Una bonita historia nos llega directamente de Alemania. Hace un par de días, empleados del Instituto de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental de Leibnitz (IGB) y de la Oficina Regional de Pesca de Mecklemburgo-Pomerania Occidental liberaron en el Oder unas 700 crías de esturión báltico y 20 ejemplares de tres años, todos criados en cautividad, como parte de un esfuerzo de repoblación en curso.
El esturión báltico es un tipo de pez antaño común en toda la región del Mar Báltico, pero la sobrepesca y el desarrollo de las vías fluviales lo llevaron al borde de la extinción en la zona en la década de 1950.
El proyecto de restauración del río Oder, en curso en estos momentos, comenzó en 2007 con peces donantes genéticamente idénticos procedentes del río Saint John, en Canadá.
Una bonita historia nos llega directamente de Alemania. Hace un par de días, empleados del Instituto de Ecología de Agua Dulce y Pesca Continental de Leibnitz (IGB) y de la Oficina Regional de Pesca de Mecklemburgo-Pomerania Occidental liberaron en el río Oder unas 700 crías de esturión báltico y 20 ejemplares de tres años, todos criados en cautividad, como parte de un esfuerzo de repoblación en curso.
El esturión del Báltico es un tipo de pez antaño común en toda la región del Mar Báltico, pero la sobrepesca y el desarrollo de las vías fluviales lo llevaron al borde de la extinción en la zona en la década de 1950.
El proyecto de restauración del río Oder, en curso en estos momentos, comenzó en 2007 con peces donantes genéticamente idénticos procedentes del río Saint John, en Canadá.
El esturión del Báltico alcanza la madurez reproductiva a la edad de unos 15 años, puede vivir más de 100 años y alcanzar una longitud de cinco metros. Los peces pasan la mayor parte de su vida en el mar Báltico y regresan al río Oder para desovar.
Ya en 2020, el Instituto de Pesca del centro de investigación de Mecklemburgo-Pomerania Occidental recibió una ayuda de un millón de euros (1,3 millones para ser exactos) para fomentar la repoblación de esturiones en la región del Mar Báltico. El objetivo era establecer una población de esturiones capaz de reproducirse de forma independiente.
Como parte de las actividades de repoblación del instituto, se criaron ejemplares con un potencial reproductivo muy elevado y también se estableció un sistema de seguimiento junto con pescadores aficionados y profesionales. Además, se fomentó la cooperación internacional, sobre todo con los estados ribereños del sur y el este del mar Báltico.