El murciélago blanco hondureño (nombre científico Ectophylla alba) es un murciélago que habita en Centroamérica, sobre todo en bosques húmedos perennifolios y secundarios de hasta 700 metros de altitud.
Este pequeño murciélago se considera actualmente una especie en peligro de extinción. Su cuerpo es casi totalmente blanco (excepto la parte inferior del vientre y la rabadilla, que son de color gris claro). Otras partes, sin embargo, como las orejas, el pulgar y sobre todo la hoja nasal aparecen de color amarillo brillante.
Debido a su pequeño tamaño, puede pesar alrededor de 7 gramos. Las hembras sólo pueden parir una cría cada vez.
El murciélago blanco hondureño (nombre científico Ectophylla alba) es un murciélago que habita en América Central, sobre todo en bosques húmedos perennifolios y secundarios de hasta 700 metros de altitud.
Este pequeño murciélago se considera actualmente una especie en peligro de extinción. Su cuerpo es casi totalmente blanco (salvo la parte inferior del vientre y la rabadilla, que son de color gris claro). Otras partes, sin embargo, como las orejas, el pulgar y sobre todo la hoja nasal aparecen de color amarillo brillante.
Debido a su pequeño tamaño, el murciélago blanco hondureño puede pesar alrededor de 7 gramos. Las hembras sólo pueden parir una cría cada vez.
La dieta del murciélago blanco hondureño se basa principalmente en el consumo de frutas y, en particular, en el consumo de especies nativas de ficus.
El murciélago blanco hondureño es un animal al que le gusta vivir en solitario o en grupos muy pequeños de unos pocos individuos. Le gusta esconderse entre las hojas de heliconia enrolladas, que utiliza durante unos días seguidos antes de trasladarse a otro refugio.