Una historia increíble nos llega desde Roma, donde se ha encontrado una tortuga mordedora ( Chelydra serpentina) en un jardín privado de Capena, un municipio de las afueras de la capital.
Se trata de un animal clasificado como peligroso para la salud y la seguridad públicas, y de hecho no es posible que un particular tenga una en casa. Su mordedura es de hecho muy peligrosa, advierten las autoridades, capaz incluso de desprender dedos.
Ahora, se cree que este animal se está reproduciendo en las afueras de Roma, creando el caos entre las autoridades implicadas en la gestión del asunto. En efecto, la tortuga mordedora puede ser muy imprevisible y peligrosa, sobre todo si entra en contacto con niños que no saben cómo acercarse a ella.
Una historia increíble nos llega desde Roma, donde se ha encontrado una tortuga mordedora ( Chelydra serpentina) en un jardín privado de Capena, un municipio de las afueras de la capital.
Es un animal clasificado como peligroso para la salud y la seguridad públicas, y de hecho no es posible que un particular tenga uno en casa. De hecho, su mordedura es muy peligrosa, advierten las autoridades, capaz incluso de seccionar dedos.
Ahora se cree que este animal se está reproduciendo en las afueras de Roma, sembrando el caos entre las autoridades que se afanan en hacerle frente. En efecto, la tortuga mordedora puede ser imprevisible y peligrosa, sobre todo si entra en contacto con niños que no saben cómo acercarse a ella y especialmente cuando está fuera del agua.
Journal of Evolutionary Biology NewtonLa peligrosidad de este animal también ha sido confirmada por un estudio publicado en , que demostró que la fuerza de la mandíbula de un pargo oscila entre 208 y 226 , mientras que la de los molares de un humano oscila entre 300 y 700.
Normalmente se encuentra en Norteamérica, pero su área de distribución se extiende desde el sur de Canadá hasta el centro y el este de EE.UU. y desde la costa atlántica hasta las Montañas Rocosas. Tiene predilección por las aguas estancadas o de corriente lenta con fondo fangoso y rica vegetación. Sin embargo, en la actualidad también puede encontrarse en lagos, ríos y pantanos de todo el mundo, incluida Roma, que desde luego no es su zona de origen.
Las tortugas mordedoras se están extendiendo por zonas que no son naturales para ellas, ya que muchos particulares las compran y luego, cansados, las abandonan en prados o bosques. En Italia, en los últimos años, se están encontrando muchas. Por ejemplo, en 2022 se encontró un ejemplar en un edificio de Monteverde. Las advertencias de los expertos son no intentar atraparlo directamente, en caso de encuentro, sino alertar a las autoridades locales y forestales competentes.