El picozapato (nombre científico Balaeniceps rex) es una curiosa ave que debe su nombre a la particular forma de su pico, que recuerda a un zapato.
Antiguamente se clasificaba como ciconiforme, pero más recientemente se ha incluido en los pelecaniformes. Se encuentra en los ambientes tropicales de África oriental o en los grandes pantanos de Zambia y Sudán.
Cuando el picozapato está en vuelo, su característico pico puede no ser visible, por lo que su silueta se asemeja a la de una cigüeña o un cóndor, a pesar de sus plumas de color gris azulado.
El picozapato (nombre científico Balaeniceps rex) es una curiosa ave que debe su nombre a la particular forma de su pico, que recuerda a un zapato. Antiguamente se clasificaba como ciconiforme, pero más recientemente se ha incluido en los pelecaniformes. Se encuentra en los ambientes tropicales de África oriental o en los grandes pantanos de Zambia y Sudán. Cuando el picozapato está en vuelo, su característico pico puede no ser visible, por lo que su silueta se asemeja a la de una cigüeña o un cóndor, a pesar de sus plumas de color gris azulado.
El picozapato prefiere vivir en pantanos de agua dulce, especialmente en zonas ricas en papiros y juncos. Una de sus principales características parece ser que evita los pantanos donde sólo hay papiros y prefiere los entornos con vegetación mixta. Es raro verla en arrozales o plantaciones inundadas.
Conocido ya por los antiguos egipcios y árabes, el picozapato no se clasificó hasta el siglo XIX, cuando algunos ejemplares de esta ave llegaron a Europa. En 1850, John Gould la describió dándole el nombre de Balaeniceps rex, debido a que su cabeza se parecía a la de una ballena.
El picozapato es un ave de movimientos lentos que tiende a permanecer inmóvil durante largos periodos para esperar el momento perfecto para atacar a su presa. Es un ave muy sensible a las molestias humanas y por eso tiende a abandonar el nido si se le molesta o descubre.
El picozapato se alimenta principalmente de peces, pero tampoco desdeña las ranas, las serpientes de agua, los pequeños cocodrilos o los monitores del Nilo. Mucho más raramente se alimenta también de caracoles, roedores, tortugas o pequeñas aves acuáticas.